Cuando nos decidimos por comprar el mueble estrella de la vivienda, aquel que le da vida al salón y el que será utilizado por las visitas debemos fijarnos en que este resulte cómodo, pero también que sea resistente y duradero. Se trata de dos prestaciones que deben cumplir todos los sofás, aunque no ocurre en todos los casos.
Ahora bien, la solución para ello es tan sencilla como fijarnos en el tipo de espuma para sofás que utiliza. Ten en cuenta que las espumas que tienen poca densidad acaban deformándose con los años —y que el proceso es mucho más rápido que cuando se utiliza una espuma de calidad—. A continuación, te explicamos cuáles son los tipos de espuma relleno para sofás que hay para que no tengas dudas a la hora de comprar.
Tipos de espumas para sofás
Es importante que tengas en cuenta que, por lo general, la mayoría de los sofás están fabricados con espuma de poliuretano gracias a las prestaciones y características que ofrece este material. Ahora bien, esta espuma —también conocida como gomaespuma de poliuretano o, simplemente, como espuma— puede tener diferentes densidades, así como presentar una mayor o menor dureza —puesto que ello varía en función de las partículas que tiene la espuma de relleno del sofá por metro cúbico—. Si hacemos una clasificación en función de la densidad de la espuma del sofá nos encontramos con los siguientes tipos:
Espuma de densidad de 20 Kg/m3
Esta espuma para sofás ofrece una firmeza dura y suave. Se trata de la espuma que se utiliza para los respaldos, ya que estos no tienen que aguantar tanto peso como los asientos. Es una espuma de baja densidad.
Espuma de densidad de 25 Kg/m3
La espuma para sofás en este caso es de densidad media. Ello quiere decir que es una espuma con baja resiliencia —o lo que es lo mismo, poca flexibilidad, resistencia y amortiguación—. Esta suele ser utilizada en sofás con asientos de poco uso. Por ejemplo, en algunas piezas de los sofá cama.
Espuma de densidad de 30 Kg/m3
Esta espuma para sofás está destinada para muebles con un gran uso. Su firmeza puede ser dura y suave, en función de las especificaciones de cada cliente.
La firmeza de esta espuma puede ser dura y suave, como explicábamos más arriba. Suele ser muy utilizada en los sofás convencionales.
Espuma de densidad de 35 Kg/m3
Esta espuma está destinada para sofás de gran calidad. A pesar de que la densidad sea mayor, esto no significa que sea más dura. Dependiendo de los fabricantes, esta espuma de relleno de sofá puede ser dura o suave. La misma arropa el contorno del cuerpo.
¿Cuál es la densidad de espuma de sofá más recomendada?
Como has visto, existen muchas densidades de espuma para sofás. Nuestra recomendación es que te decantes por elegir una espuma de poliuretano con una densidad entre los 30 y los 35 Kg/m3, que son las más utilizadas. Estas proporcionan gran comodidad, pero también una mayor durabilidad.
En cualquier caso, te recomendamos que siempre tengas en cuenta que más densidad no significa más dureza —puesto que podemos encontrar espumas con la misma densidad, pero con dureza baja o alta—. Lo que sí es conveniente que tengas en cuenta es que cuanta menos densidad, menor será la resistencia de la espuma al peso —en comparación con las de alta densidad—. Esto puede provocar que la espuma se deforme con el tiempo y que pierda su resiliencia. A parte de lo mencionado, comprueba si la espuma recupera su volumen normal o si, por el contrario, deja señal de que ha sido utilizado. De esta forma podrás saber fácilmente si te encuentras ante una espuma de calidad o no.
El tapizado del sofá
Aunque no vamos a entrar en gran detalle en esta cuestión, puesto que merecería un artículo aparte, es importante también que prestes especial atención al tipo de tapizado del sofá. Sobre todo, si nos centramos en la cuestión de la comodidad —frente a la estética y diseño—. Los tapizados más utilizados en la actualidad para los sofás son la piel, la polipiel, la chinilla, las microfibras, los tejidos de algodón y los tejidos innovadores que evitan que el sofá se ensucie —ya que son repelentes a los líquidos—. Como referencia, ten en cuenta que los sofás de piel sintética suelen transmitir calor en verano y frío en invierno —a diferencia de los de cuero—. Los sofás hechos con telas suaves, como pueden ser el algodón y el lino, son también muy recomendadas para la temporada de calor ya que aportan la sensación de alivio y frescor cuando reposas tu cuerpo sobre este tejido, además son uno de los tejidos más económicos que podemos encontrar en cuanto a la fabricación de sofás se refiere. Estos tejidos son igualmente recomendados para la temporada del invierno.