A grandes rasgos, cinco son los tipos de sofás más comunes en los hogares españoles. En función del tipo de vivienda en la que vivamos y del espacio del que dispongamos, podremos optar a un tipo de sofás u otro, aunque conviene elegir con cabeza. A la hora de adquirir un sofá nuevo se deben tener en cuenta distintas variables que deben ponerse sobre la mesa con un equipo de profesionales en sofás y productos de descanso. Si no tienes claro a qué tipo de sofá puedes optar según tu hogar, echa un vistazo al siguiente listado de propuestas para encontrar la que mejor se adapte a tu vivienda y a tus necesidades de descanso.
Qué tipo de sofás existen
Como te comentábamos unas líneas más arriba, si tuviéramos que aglutinar toda la oferta de sofás y clasificarla en tipologías, encontraríamos hasta cinco tipos de sofás diferentes según su diseño y distribución, a saber: de una plaza (que concentran toda la oferta de sofás pequeños), de dos plazas (sofás grandes que no llegan a ocupar tanto espacio como los más modernos), rinconera, chaise longue y sofá cama. Dentro de estos encontramos otras variables, como el tamaño que ocupan, la anchura que ofrecen, los motorizados con mando de masaje o los que pueden ser medicalizados para mitigar las consecuencias de una dolencia crónica.
No todos son igual de aptos para tu vivienda y tus necesidades, ya que existen sofás clásicos para satisfacer las necesidades más básicas y otros más sofisticados, con funciones extra añadidas, por lo que vamos a tratar de clasificar los distintos tipos de sofás en función de la distribución más habitual de los hogares españoles. No solo se trata de encontrar un espacio de descanso: también de optimizar el espacio disponible de la vivienda.
Además, debes saber que cuentas con otras alternativas a los tradicionales sofás, como los sillones relax, que ocupan menos espacio y son perfectos para quienes sufran de lumbalgia o de problemas de circulación en las extremidades. La oferta es realmente extensa y en el mercado existen opciones para todo tipo de público.
Sofás de una plaza, para salones cerrados y necesidades especiales
Son los menos comunes, pero quienes recurren a ellos es porque cuentan con una urgencia de espacio o médica. Normalmente, los sofás de una plaza comparten diseño y funcionalidades con los sillones relax, de mayor anchura que los tradicionales, y que cuentan con una opción para convertirlos en reclinables. Esto favorece enormemente la circulación y la relajación muscular, de modo que son los más indicados para quienes sufren de ansiedad, estrés y problemas de movilidad. También son los idóneos para quienes cuentan en casa con un espacio compartido de salón-comedor, ya que les permite disponer de un espacio de descanso habilitado en una estancia combinada de menores dimensiones de lo habitual.
Sofás biplaza, ideales para los que precisan de un plus de espacio
Para quien tenga unas necesidades de espacio más exigentes, pero no quiera comprometer el espacio de su vivienda, los sofás de dos plazas son perfectos para contar con ese incremento de tamaño que buscan. Permiten sentarse y tumbarse sin tener que apoyar las piernas en los reposabrazos, y pueden ser utilizados para echar una siesta o dormir alguna noche sin tener que sufrir por las malas posturas de los modelos diseñados para una persona.
Eso sí, en caso de querer utilizarlo para dormir, el sofá solo tiene cabida para una persona, ya que su concepción biplaza está pensada para acoger a dos personas sentadas, no tumbadas.
Los sofás rinconera o de tipo L, perfectos para optimizar el espacio
Puede darse el caso de una familia numerosa que viva en un piso espacioso pero repleto de trastos o de objetos no del todo necesarios. Optimizar los recursos de los que dispone la vivienda es fundamental para exprimir todas sus posibilidades, y reducir el espacio invertido en la colocación de un sofá es fundamental. Los sofás rinconera permiten aprovechar las esquinas de cualquier estancia, pudiendo ubicarlos en un lado del salón para colocar la televisión en un mejor ángulo. Eso sí, a pesar de ser conocidos vulgarmente como sofás rinconera, no tienen por qué ubicarse siempre en una zona angulosa de la pared: quedan realmente bien en el centro de un salón, dado que son sofás modernos con diseños vanguardistas, que permiten además flexibilizar los diseños del salón y modificar la disposición del mobiliario.
Este tipo de sofás quedan realmente bien con mesas cuadradas o mesas adjuntas a la parte posterior en sustitución de las primeras, una manera de aportar un toque distintivo a la vivienda reduciendo el espacio requerido para colocar muebles y distintos accesorios del hogar y pudiendo disfrutar de un salón mucho más espacioso.
Los sofás chaise longue, para familias numerosas y amplios salones
Los sofás que más espacio necesitan y que son ideales para acoger a varios integrantes de la familia a la vez son los sofás chaise longue. Son muy voluminosos y cuentan con varios módulos que los dotan de una mayor flexibilidad en la disposición. Son ideales para ver una película en familia, tumbarse con las mascotas (si se tiene gato es preciso protegerlo para evitar que sus uñas provoquen daños irreparables en su revestimiento) o disfrutar de una siesta con toda la comodidad de un sofá apto para dormir a pierna suelta gracias a su característica prolongación, que ofrece una libertad de movimiento mucho mayor.
Por tanto, los sofás chaise longue son la opción ideal para las viviendas más espaciosas y los núcleos familiares de tres o más integrantes. Además, son enormemente versátiles y proporcionan un descanso de calidad superior en caso de tener que recurrir a ellos para dormir por las noches o acoger a un invitado inesperado. Son sofás grandes, con un precio algo elevado pero con numerosas posibilidades que ofrecer, lo que los ha convertido en la opción más demandada entre el consumidor medio europeo.
Sofás cama, para los indecisos o los versátiles
Contar con un sofá cama en casa es algo cada vez más habitual. Se trata de una evolución de los sofás individuales de relax, que adoptan la forma de una cama por la noche y permiten ser plegados para disponer de un sofá convencional durante el día.Por norma general son sofás grandes, con unas dimensiones considerables, una anchura extraordinaria y con unos requisitos de espacio mayores que el resto al precisar ser desplegados para sacarles el máximo partido. Existe una vertiente más moderna, contraria a los sofás clásicos de disposición doble (los precursores de los sofás cama al uso), que cuenta con módulos intercambiables y un colchón acoplado que se extiende y se oculta como si de una especie de canapé se tratase. Son los más sofisticados, aunque en la actualidad conviven ambos modelos por sus rasgos tan diferenciadores.