La elección de los colores del sofá es algo muy personal que varía en función de los gustos de cada persona aunque, también, en función de otros aspectos como la decoración, los colores del sofá y paredes y otras cuestiones más que vamos a ver en este artículo.
Al igual que ocurre con los distintos tipos, los colores del sofá varían mucho en función de los materiales —o tapizados— con los cuales han sido fabricados. No es lo mismo un sofá con tapizado de tela, que uno de piel —en cuyo caso, los podemos encontrar únicamente en colores lisos—. Los sofás de tela, por otro lado, pueden encontrarse en una mayor variedad de acabados, lisos, estampados, rayas ett, y sus correspondientes cartas de colores.
Como ves la variedad es muy amplia. A continuación, te explicamos algunos trucos para escoger el color perfecto de tu sofá y que este quede perfecto en tu salón. ¡Te lo explicamos!
De qué color poner el sofá
Lo primero que debes de saber es que el sofá es el rey del salón. Se trata del mueble más grande —y en el que más invertimos—. Por ello, la decoración debe girar en torno a él, ya que, de otra forma, el impacto visual generado puede ser negativo. Así pues, si te encuentras amueblando la vivienda, ten en cuenta que una vez que elijas los colores del sofá deberás buscar una decoración y tonos acordes a este mueble. Si por el contrario tu vivienda ya se encuentra amueblada, entonces lo que debes hacer es tratar de encontrar un sofá que encaje con tu decoración y tu estilo. Estos son algunos consejos que pueden ayudarte a elegir sofás y colores de moda sin que ello suponga un problema para tu decoración.
El tamaño del salón
Lo primero que debes tener en cuenta, antes de proceder a comprar tu sofá, es medir el espacio de la habitación en la cual va a instalarse este mueble. La razón de ello es que las propiedades de los colores generan un efecto visual sobre el espacio, dando la sensación de que este es más o menos amplio. Así pues, en el caso de espacios más reducidos, lo más recomendado es que optes por sofás de color arena, beige, gris, blanco o tonalidades pastel. Ahora bien, si tu salón es de grandes dimensiones, entonces puedes arriesgarte con sofás de color mostaza e incluso sofás estampados —las posibilidades se amplían—.
El estilo de nuestro hogar
Como explicábamos en la introducción de este punto, si nuestra vivienda ya está decorada, debemos ajustarnos a los tonos y colores predominantes para que el sofá esté en sintonía con ellos. Los sofás con tono neutro son los más fáciles de combinar. Ahora bien, si quieres que este mueble se lleve todo el protagonismo también puedes optar por una tapicería que combine con los colores de la alfombra o de las cortinas.
Colores de sofás con tonos neutros
Los colores neutros combinan con todo. Por ello, si no quieres complicarte o si tu decoración ya está muy recargada, la mejor opción es que busques colores de sofás con tonos neutros —como popular sofá color arena—. Estos colores no te cansarán con el paso del tiempo ya que son suaves y atemporales.
Niños y mascotas
¿En tu mascota hay niños o mascotas? En ese caso te merece la pena preguntarte si es más importante la combinación o la practicidad —aunque a veces es posible que se junten las dos opciones—. Los niños y las mascotas suelen acabar ensuciando la tapicería del sofá, por ello, si no quieres esta limpiando cada dos por tres la tapicería de tu sofá, lo más recomendado es que te decantes por colores de sofá oscuros. Evita siempre que puedas los blancos y los sofás color mostaza.
Iluminación natural de la vivienda
La iluminación de la vivienda es otro aspecto de gran importancia a la hora de elegir los colores del sofá. Debes tener en cuenta que si tu vivienda cuenta con una gran iluminación natural el color de sofá debe ser claro. En caso contrario es posible que este acabe destiñéndose y perdiendo color a causa del sol.
Colores de sofás y paredes
Por último, pero no menos importante, hay que fijarse también en los colores de sofás y paredes. En cualquier caso, debes tener en cuenta que el tono del sofá no varíe demasiado con el de la pared. Así pues, en el caso de paredes blancas, buscaremos sofás con tonos neutros. Si la pared es color pastel, el sofá deberá tener un tono similar —en pastel—. Ahora bien, para paredes en azul claro, podemos elegir sofás en colores blanco —estos combinan a la perfección y la sensación visual es muy bonita—. Una combinación llamativa, pero que también queda estupendamente, es el blanco con el negro o el blanco con los colores intensos —como el rojo, el sofá color mostaza, el amarillo…—.
Combinar sofás de distinto color
Imagina que en tu vivienda decides instalar un sofá de tres plazas de un color y dos sillones de otro color —o pequeños sofás del mismo color—. No hay ningún problema, y el resultado puede ser estupendo —al mismo tiempo que consigues una decoración de sofás y colores de moda—. Sin embargo, hay algo que debes de evitar siempre en estas circunstancias: el tapizado del sofá o de los sillones nunca debe ser estampado, ya que ello puede recargar en exceso el ambiente y generar un impacto visual negativo. Lo más recomendado es que busques colores intensos, como el azul y los combines con el blanco. También puedes optar por colores de sofás no tan intensos como el pastel combinados con el blanco.
Algo que te ayudará enormemente a combinar los sofás de distinto color entre sí será utilizar cojines con colores invertidos. Los cojines de un sofá tendrán el color del otro sofá —o sillón— y viceversa.
Cómo combinar los sofás estampados
Al igual que ocurría con los blancos —que todo el mundo los rechazaba, pero en la actualidad están de moda— lo mismo ocurre con los sofás estampados. La gran ventaja de los sofás estampados es que dan una gran personalidad al ambiente, además de un toque mucho más moderno y juvenil. En cualquier caso, al elegir sofás estampados debes conseguir que estos combinen con los textiles del alrededor, como son las cortinas, las alfombras o los cojines. Además, debes tratar que estos textiles sean lisos para que la combinación resulte más fácil de conseguir y, por supuesto, del mismo color. No es necesario comprar un sofá tapizado en su totalidad, también puedes optar por sofás con formas geométricas sencillas, como rayas o lunares.
Las fundas de sofás como último recurso
Debes saber que, como último recurso —en caso de que te canses de los colores del sofá o que simplemente decidas cambiar la decoración de tu hogar—, siempre puedes optar por poner fundas a estos muebles. De esta forma podrás generar una sensación distinta en tu hogar y recuperar la sensación de que te encuentras ante un sofá nuevo.