El sofá, también conocido como el “rey del salón” es uno de los muebles más importantes que podemos encontrar en cualquier vivienda. Esto no se debe únicamente a que es capaz proporcionar un lugar de descanso donde garantizar un elevado nivel de confort, sino también aportar un valor estético en el diseño de interiores en relación con el resto de las piezas del mobiliario del hogar.
Ahora bien, es esencial que elijamos para nuestro hogar un sofá que no sólo sea bonito, sino también cómodo, resistente al uso y lo más duradero posible. Por este motivo, uno de los aspectos fundamentales en la elección de un buen sofá es la densidad de la espuma que se utiliza en el proceso de fabricación.
Para explicarlo mejor, en este artículo, te vamos a dar algunos consejos valiosos para que sepas cómo elegir la mejor densidad de espuma para este tipo de muebles, que puedes adquirir en nuestro amplio y variado catálogo de sofás. Sigue leyendo si quieres conocerlos de primera mano.
¿Qué tipos de densidad de espuma para sofá existen?
Antes de adentrarnos en la cuestión de cómo elegir la mejor densidad de espuma para un sofá, es importante que entiendas qué es la densidad de espuma y cuáles son los distintos niveles de densidad que puedes encontrar, con independencia de la dureza, ya que, aunque un material sea más denso no tiene por qué necesariamente ser más duro.
De esta manera, para resumir, podemos decir que la densidad se refiere a la cantidad de partículas de espuma de poliuretano que contiene la espuma del sofá por metro cúbico. Existen principalmente cuatro tipos de densidad de espuma que se suelen utilizar en la fabricación de todo tipo de sofás.
Espuma de baja densidad
La primera es la espuma de baja densidad, de 20kg/m3, que es suave y de una dureza considerable. Por este motivo, se suele utilizar para el relleno de los respaldos y de aquellas partes del sofá que no van a tener que soportar tanto peso como los asientos. Por este motivo, debido a su baja densidad, este tipo de espuma también tiene una menor resistencia al uso y es más sensible a la deformación y al deterioro del material.
Espuma de densidad medio-baja
En segundo lugar, encontramos la espuma de densidad medio-baja, de 25kg/m3, que es un tipo de espuma que proporciona una baja flexibilidad, resistencia y amortiguación. Por este motivo, este tipo de espuma se suele utilizar para la fabricación de los asientos de aquellos sofás que no se suelen utilizar con frecuencia, ya que no proporciona demasiada comodidad al uso. Es decir, se suele destinar a la elaboración de sofás decorativos que ayuden a complementar la estética del hogar.
Espuma de densidad medio-alta
En penúltimo lugar, encontramos el tipo de espuma de densidad medio-alta, de 30kg/m3 que se suele utilizar de forma más extendida para elaborar la mayoría de los tipos de sofás que podemos encontrar en el mercado. Tiene la característica de proporcionar una firmeza dura, suave y firme, por lo que es un material muy cómodo al uso cuando nos sentamos en los asientos. Del mismo modo nos permite descansar perfectamente gracias al elevado nivel de confort que proporciona. Por todo ello, es la más utilizada y la que mejor relación calidad-precio proporciona a los usuarios.
Espuma de alta densidad
Por último, encontramos la espuma de alta densidad, de 35kg/m3, es la más densa y pesada, lo que la hace ideal para aquellas personas que prefieren un asiento firme y que proporcione un mejor soporte. Además, debido a su alta densidad, es más resistente al uso y a la deformación, lo que lo hace ideal para aquellos que buscan un sofá confortable con una vida útil más larga. Por lo tanto, este tipo de espumas se suelen reservar para la fabricación de sofás de gran calidad.
¿Cuál es la mejor densidad de espuma para un sofá?
Uno de los aspectos más importantes que debes tener en cuenta en el momento de elegir un este tipo de piezas de mobiliario es determinar cuál es la mejor densidad de espuma para un sofá. Por ello, esta pregunta no tiene una única respuesta cerrada, sino que depende, en gran medida, de tus preferencias personales y del uso que vas a dar al sofá.
Por ejemplo, si estás buscando un sofá para uso diario, la espuma de densidad medio-alta o la de alta densidad pueden ser las mejores opciones, ya que le proporciona una mayor resistencia y durabilidad a este mueble. Recuerda que este material se suele reservar para la elaboración de sofás confortables, resistentes y de alta calidad.
En cambio, si estás buscando adquirir un sofá para un uso más ocasional o para utilizarlo como elemento decorativo, un sofá con la espuma de baja densidad puede ser más que suficiente. Sin embargo, nosotros creemos que lo ideal es encontrar un equilibrio entre comodidad y resistencia, ya que, en este punto también está la mejor relación entre calidad y precio. Así que, si prefieres un mueble con asientos firmes, pero no estás dispuesto a sacrificar la comodidad, entonces la espuma con densidad medio-alta es lo que buscas.
¿Cómo elegir la densidad de espuma para tu sofá?
Ahora que eres consciente de los distintos tipos de densidad de espuma que existen y sus características principales, es importante saber cómo elegir la densidad adecuada para tu sofá. Por este motivo, debes tener en cuenta el uso que le vas a dar, la calidad del material o la cantidad de personas que lo van a utilizar de forma continuada, entre otros factores.
Debes tener en cuenta el uso que le vas a dar al sofá
En primer lugar, es necesario que tengas en cuenta el uso y la función que le vas a dar a este mueble. Del mismo modo también te recomendamos que prestes atención a tus preferencias personales y a tu instinto en cuanto al nivel de firmeza de este tipo de muebles. Recuerda que no todo el mundo encuentra igual de cómodo el mismo sofá y que depende de la firmeza del mismo.
Verifica que la espuma es de buena calidad
Además, también te recomendamos que te asegures en el momento de la compra que estás comprando un sofá elaborado con espuma de buena calidad. Cuanto mayor es la calidad de este material, aseguras una mayor densidad y durabilidad, lo que se traduce en un sofá más cómodo, resistente y con una vida útil más larga.
Prueba el sofá siempre que sea posible
También te recomendamos que, dentro de lo posible, lo pruebes antes y después de comprarlo, para comprobar que se ajusta a tus necesidades. Tan sólo tienes que sentarte o tumbarte encima y prestar atención a tus sensaciones. Si te convence, es el tuyo y si no te convence, puedes seguir buscando hasta encontrar el que más se ajuste a ti.
Ten en cuenta la cantidad de personas que lo van a usar a diario
Otro factor importante que debes tener en cuenta si no sabes cómo elegir la densidad de espuma para tu sofá es el peso de las personas que van a sentarse encima a diario. Si tienes una familia que lo va a usar de forma recurrente, es recomendable que optes por una espuma de densidad medio-alta, que pueda brindar un soporte cómodo y de calidad a todos los miembros.
Para concluir, podemos decir que elegir la densidad de espuma para un sofá es un paso muy importante que no debes pasar por alto en el momento de adquirir este mueble tan icónico para el hogar. Así que, ahora que conoces los distintos tipos de densidad y sus características, así como el uso y las preferencias personales que le vas a dar, podrás elegir la mejor densidad de espuma para tu sofá, lo que va a garantizar no únicamente la comodidad, sino también una mayor durabilidad y resistencia al uso.