Las fundas de los sofás son la mejor opción para preservar el mueble rey de la casa y evitar que este se estropee, sobre todo si tenemos animales o niños pequeños. Así mismo, las fundas de sofás —como son las fundas de sofás ajustables— pueden ayudarnos a disimular las manchas o los descosidos que ha sufrido este mueble con el paso del tiempo, de manera que se vea nuevamente presentable e, incluso, que de la sensación de que se trata de un sofá nuevo.
Lo cierto es que hay muchas razones por las cuales podemos poner fundas nuevas a los sofás. Como comentábamos estas sirven para protegerlos y para disimular manchas, aunque también para combinar el sofá con la decoración general de la casa y para evitar que se adhieran los malos olores. Ahora bien, a veces poner la funda del sofá no es tarea sencilla ya que esta puede moverse o no ajustarse como debería.
A continuación, te explicamos cómo ajustar la funda del sofá para que no se mueva con varios trucos que podemos utilizar para ello. Sigue leyendo para saber cómo hacerlo.
Cómo hacer que una funda de sofá no se mueva
Cómo ajustar la funda de sofá es una tarea muy sencilla que podemos hacer de manera casera en nuestro hogar. No se trata de elegir fundas de sofá que no se muevan, ya que esto es inevitable con el paso del tiempo tras los movimientos y presión que realizamos al sentarnos y levantarnos. Algo que todavía resulta más notable si el material del tapizado del sofá es de piel o polipiel, lo cual da lugar a que el deslizamiento de la funda sea mayor.
Se trata de buscar una solución efectiva para que las fundas de sofá ajustables no cedan de ninguna manera. Para responder a la cuestión de cómo hacer que una funda de sofá no se mueva podemos llevar a cabo los siguientes trucos:
- Coloca cintas de agarre para alfombras: Las cintas de agarre para alfombras son adhesivos que se utilizan para evitar que la alfombra se mueva de un lugar a otro cada vez que la pisamos. Estas resultan muy útiles también para tener fundas de sofás que no se muevan. Lo que debemos hacer es pegar las cintas sobre la tapicería del sofá de manera que la funda pueda estabilizarse una vez que sea colocada.
- Acoplar la funda: Resulta prácticamente imposible encontrar una funda que se ajuste a la perfección en cada sofá. Por ello, hay que asegurarse de que esta se acople lo máximo posible —como las fundas de sofá ajustables—. Ahora bien ¿Qué hacemos con los excesos que puedan quedar? En ese caso debemos introducirlos en los pliegues que hay entre el respaldo y los asientos o entre los brazos y los asientos. Para ello puedes ayudarte de cualquier material que te permita hundir los excesos de tela lo máximo posible.
- Hacer peso: Otra de las técnicas más útiles para conseguir que la funda del sofá no se mueva es enrollar revistas y atarlas con una goma de plástico. Una vez que hayas hecho estos tubos de papel debes meterlos en los pliegues y enviarlos hasta el fondo de los mismos. De esta manera el peso y la presión evitará que la funda ceda y se salga.
Todos estos consejos pueden utilizarse en conjunto o por separado para conseguir fundas de sofás que no se muevan. Hay tapizados de sofás que no se adhieren a las cintas de agarre para las alfombras —o en cuyos casos, su uso no está recomendado ya que podría deteriorarlos, sobre todo cuando se trata de sofás nuevos—. En estas situaciones se puede aplicar cualquiera de los otros consejos.
Recomendaciones para elegir la funda del sofá
A la hora de elegir la funda del sofá debemos tener en cuenta una serie de características para que estas se adapten a la perfección a nuestro mueble. Lo primero que debemos tener en cuenta es que esté hecha con un material elástico, como las fundas de sofá ajustables —tal como respondíamos en el punto anterior a la cuestión de cómo hacer que una funda de sofá no se mueva—.
Otra de los aspectos que debemos tener en cuenta para facilitar el proceso de cómo ajustar la funda de sofá es elegir un producto que no se exceda demasiado, pero que tampoco quede demasiado ajustada ya que, en primer lugar, nos arriesgamos a que esta no encaje o se salga cada vez que nos sentemos y, en segundo lugar, debido a que puede rajarse si se somete a demasiada presión.
Por último, aunque no tiene que ver con la manera de ajustarlas para que no se muevan, es importante tener en cuenta el diseño de la funda. Este debe ser elegido en función de la decoración general de casa para que combine perfectamente. Para ello podemos fijarnos, sobre todo, en los colores de alfombras y persianas, así como del resto de los muebles del salón.
Cómo poner las fundas a los sillones
Cómo poner las fundas a los sillones es una tarea más sencilla que en el caso de los sofás. El proceso es exactamente el mismo, aunque debes tener en cuenta que no todos los sillones ofrecen la posibilidad de cubrir con una funda —al menos con una funda ajustable—. En esos últimos casos, las fundas no se adaptan y el resultado estético es inapropiado, lo que puede ser solucionado con una toalla o con una manta fina.
Ahora bien, en el caso de los sillones comunes, los que tienen el aspecto de un sofá de una plaza, la funda debe ser colocada de la misma manera que en los sofás. De hecho, es mucho más probable que estas no se muevan ya que, al tener solo una plaza, se ajustan más fácilmente, sobra menos tela y no se ejerce tanta presión —en estos casos, no es necesario pegar cintas de agarre—.